Hay que señalar que en estos momentos la tecnología permite desarrollar músicos totalmente virtuales. Este es el caso de Hatsune Miku, quien a principios del 2000 fue la primera artista virtual del mundo. Los aficionados del arte, así como los admiradores de representaciones tridimensionales con gran sonido envolvente acuden a sus conciertos, debido a que Miku no es una cantante real, es un holograma.
Del mismo modo, algunos algoritmos existentes dejan simular el toque de un violinista o un chelista, reproduciéndolos automáticamente. Todo esto es de mucha utilidad pues permite estudiar con Inteligencia Artificial el tiempo real de los gestos de los directores de orquesta y de los músicos.
Unos investigadores de Georgia Tech Center for Music Technology inventaron una prótesis con software de IA, y es usada por artistas profesionales que hayan sufrido la perdida de algún miembro y que quieren seguir tocando y realizando música.
Se trata de un brazo protésico que incluye la activación de forma controlada por la mente o los músculos, es decir, el mecanismo es quien realiza este trabajo y no la persona. A lo que llegamos es que la gran cantidad de información disponibles, y el desarrollo de algoritmos de deep learning, han conseguido el incremento de nuevos sistemas para producir música. Que nos guste o no, eso ya es otro asunto.
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